Capuccino en Ibiza abrió hace un par de años con mucha fuerza. Dos enclaves espectaculares junto al puerto, en Marina Botafoch y Marina Ibiza, que se convertían en representación de esta marca mallorquina de restauración con espacios abiertos en Mallorca, Ibiza, Madrid, Valencia, Beirut, Jeddah y Dubai.
Dos locales, cercanos, pero con una suerte distinta. El Capuccino de Marina Ibiza fue un éxito desde el primer momento. Abierto todo el año, con un escenario Patrimonio de la Humanidad como horizonte y un público, local y foráneo, que asiste dispuesto a disfrutar de su pequeña pero apetitosa carta, y de un servicio impecable. Sin embargo, el Capuccino de Marina Botafoch no tuvo el mismo éxito que su hermano, ni tampoco consiguió convertirse en el referente que ese local fue para esa zona, cuando se llamaba Sidney Café.
Así que, la empresa ha decidido dar al local un look “hypster”, y ofrecernos una gastronomía basada en productos bio, ecológicos y alimentos de proximidad. Tendencia que está empezando a coger fuerza en la isla con esta apertura y con la del «Aubergine» en Santa Gertrudis, como réplicas del veterano “La Paloma”.
Según el grupo, abre las puertas a un público que busca “algo más que disfrutar con la comida y sus sabores, y que exigen que sus ingredientes sean autóctonos, saludables y de calidad, que aporten equilibrio y belleza en su dieta cotidiana”
Además, añaden que “nuestro objetivo es convertirnos en un referente en Ibiza para cualquier ocasión, desayunos, comidas, cenas o cafés por nuestra ubicación, frente a Dalt Vila, y por nuestra calidad gastronómica y servicio impecable”.
Se puede disfrutar de un buffet de desayunos por 9,50 euros. Al principio parece caro, pero después te deja buen sabor de boca. También de una carta que cuenta con ensaladas 100% orgánicas, hamburguesas, sándwiches y dos platos principales, uno de pescado, lubina y otro de carne, con pollo de corral. Con platos que van desde los 7,75 de un salmorejo, a la lubina fresca con langostinos, mejillones y couscous de limón por 24,50 euros.
La decoración es simple y colorista. Cuenta además con una pequeña tienda de productos bio y de la isla. La ubicación es privilegiada. La cocina, necesita de un poco más de cocción, un poco más de sabor y un poco más de cariño. Nada que no pueda arreglarse. Aunque es verdad que si alguien va simplemente a tomar una simple caña de cerveza, seguramente le parecerá excesivo pagar casi 5 euros. Es exactamente lo que me transmite una persona de la familia. Si vas a estar pocos días en la isla, desde Ibiza 5 Sentidos consideramos que no es uno de los lugares imprescindibles. Repetiremos y os informaremos.